EDUCACIÓN A DISTANCIA

Con base en la trayectoria del Instituto y de su acción hacia el contexto latinoamericano, puede señalarse que su concepción de educación nunca ha estado restringida al proceso que tiene lugar en los espacios formales, esto es a la educación escolarizada, mucho menos a un solo nivel escolar o a un solo sistema educativo de cualquier nivel o de cualquier país miembro del ILCE. En su trabajo ha destacado la atención a la educación no formal tanto como a la formal, siempre con miras a apoyar los requerimientos en materia de recursos educativos de orden comunicacional y tecnológico.

Es por lo anterior que el ILCE desde hace algunos años ha realizado proyectos en favor de la educación a distancia entre los que destaca el diseño curricular, el desarrollo de materiales instruccionales, la capacitación de asesores/tutores, el apoyo a estudiantes en el desarrollo de habilidades para el estudio independiente, la incorporación de las llamadas nuevas tecnologías en la educación por sólo citar algunos ejemplos.

La educación a distancia, por tanto, es vista en el ILCE como una modalidad educativa planificada, administrada, controlada y evaluada sistemáticamente con el fin de lograr que los interlocutores de la misma dialoguen aún estando separados en el espacio y el tiempo. En este sentido se trata de responder a la característica fundamental de esta modalidad: la flexibilidad, tanto en espacio como en tiempo, en consecuencia, busca ofrecer una educación a la medida de las posibilidades del estudiante lo que exige una vinculación entre los diferentes elementos del proceso educativo; tales como el material didáctico, la asesoría y la evaluación del aprendizaje, en consecuencia los medios y métodos que utiliza se basan en enseñar a aprender y pretende, a su vez, conformar cierta autonomía en el individuo buscando su desarrollo integral, estimulando sus intereses formativos y sus habilidades creativas.